Cómo ser sostenible en la cocina: 7 trucos de ahorro
7 trucos que te ayudarán a ahorrar tiempo y dinero además de permitirte disfrutar de una cocina mucho más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
La cocina es el espacio de la casa donde más residuos se generan. Además, los consumidores españoles destinan a cocinar casi el 10% de la energía de sus hogares según datos del Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
Más allá de las decisiones a gran escala, reducir la contaminación individual y los residuos, además de fomentar la reutilización de agua y materia orgánica, es posible gracias a los cambios cotidianos en el hogar. Ser más sostenibles en la cocina no solo ayudará a mejorar las condiciones medioambientales, sino también nuestra salud personal.
A continuación te dejamos con 7 prácticas para ser más sostenibles en la cocina que además te ayudarán a ahorrar tiempo y dinero.
1. Menos desperdicio
Según datos de Naciones Unidas (ONU), el 17 % de los alimentos disponibles para los consumidores terminó en la basura durante 2019, suponiendo esto un desperdicio anual de 121 kilos de comida por persona. Estas impactantes cifras pueden cambiar realizando una compra sostenible y administrando correctamente el uso de nuestros alimentos.
Prestar atención a las fechas de vencimiento, planificar un menú semanal y utilizar la cocina de aprovechamiento son algunas de las acciones que ayudan a evitar el desperdicio en la cocina.
2. Reduce tu huella de plástico
El plástico es, lamentablemente, uno de los materiales más comunes en nuestro hogar. Sin embargo, su producción está causando importantes daños al medio ambiente, sobre todo, por sus largos tiempos de degradación: unos 50 años para los vasos, 150 para las bolsas y hasta 1.000 para las botellas.
Reducir la huella de plástico desde el momento de hacer la compra es una de las acciones más importantes para ser más sostenibles en la cocina. Para ello, prueba a llevar tus propios recipientes a la hora de ir al supermercado: mallas reutilizables para la fruta y verdura, tápers de cristal para la charcutería, bolsas de tela para transportar la compra, etc.
Intenta comprar a granel y evita los alimentos que vengan sobre envueltos con bandejas y demás envoltorios. Recuerda que las tablas de madera para cortar alimentos son mejor opción que las de plástico y que las fuentes y bandejas es mejor que sean de vidrio o cerámica.
3. Reutiliza y recicla
Además de reutilizar alimentos y platos sobrantes, también es importante intentar dar un segundo uso a todo aquel material que caiga en nuestras manos. Por ejemplo, utiliza los tarros de cristal como recipiente para guardar las sobras de sopas o cremas en la nevera, los recipientes de los yogures para preparar tus propios helados o las latas de conserva para convertirlas en bonitas macetas o portalápices.
En cuanto a los residuos que no puedas reutilizar por ti mismo, debes separarlos y reciclarlos de manera adecuada: plásticos, cartón, aceite, cristal… Así te asegurarás que vuelvan a transformarse en algo útil para la sociedad.
Y… ¡Recuerda que el aceite también se recicla!
4. Reduce el consumo energético
Además de intentar reparar los electrodomésticos antes de sustituirlos por otros nuevos, es importante que te asegures de comprar solo aquellos que verdaderamente vas a utilizar. A menudo, acostumbramos a adquirir robots y pequeños electrodomésticos que nunca terminamos de usar y que acaban por acumularse y ocupar un preciado espacio en nuestra cocina.
Cuando verdaderamente llegue el momento de comprar, asegúrate de chequear su eficiencia energética. Los electrodomésticos eficientes pueden ser un poco más caros, pero a la larga ahorrarás en electricidad, además de contribuir con el cuidado del medio ambiente.
5. Productos de limpieza naturales
También es posible ser más sostenible en la cocina mediante la adecuada elección de productos de limpieza. Algunos artículos destinados a quitar la grasa y blanquear acostumbran a llevar químicos dañinos con la naturaleza. Intenta evitarlos sustituyéndolos por otros más naturales e igual de efectivos como el bicarbonato de socio, el jugo de limón o el vinagre blanco.
6. Alimentos locales y de temporada
Otra acción que puedes incluir en tu día a día es fomentar el consumo de fruta y verdura cruda para aprovechar mejor algunos ingredientes y evitar el uso de energía de cocción. También puedes apostar por la compra de alimentos de producción local y de temporada, además de llegar a tu cocina frescos y con mucho más sabor, evitarás el uso de la energía que implica su transporte. Si no sabes de dónde viene un alimento que vas a adquirir, siempre puedes fijarte en su etiqueta.
7. Ahorra agua
Y, por último, pero no menos importante, intenta ahorrar agua, evitando dejar el grifo del fregadero abierto más tiempo de lo necesario mientras friegas o cocinas.
Otros trucos para ahorrar agua y disfrutar de una cocina más eficiente son:
- Poner el lavavajillas únicamente cuando esté lleno.
- Dejar las sartenes y cacerolas a remojo antes de comenzar a fregarlas para que la suciedad se ablande y salga mejor.
- No descongelar bajo el grifo. Además de derrochar agua, aumentarás la temperatura de la parte exterior de la comida multiplicando las bacterias de manera considerable.
- Meter una jarra de agua fría en la nevera en vez de dejar el agua correr hasta que salga fresca.
- Utilizar un aireador para el grifo.
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Gerente de Romo Real Estate, Agencia inmobiliaria en Santa Perpètua de Mogoda, Especialistas en dar valor a tu vivienda
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